La casa del miedo
Encontrar los objetos del estuche fue suficiente para superar todas las barreras que mantenían reprimidos los recuerdos. Los muros saltaron con violencia e, como en un tsunami, volvieron a mí los hechos que había olvidado desde la adolescencia, los mismos que voy a contar durante las horas de esta noche. Los que nadie creería, si llegan algún día a divulgarse.
Solo yo sé que fueron reales, tan reales como el sol que se asoma en estos momentos por el horizonte o como las hojas amarillas del cuaderno en el que escribo estas últimas palabras de mi confesión.