«Fernández Paz, sin estereotipos infantiles». Entrevista de Norma Gutiérrez para EL INFORMADOR de México

El autor español ha publicado más de 40 obras para el ámbito infantil y juvenil

GUADALAJARA, JALISCO (28/NOV/2011).-  Sorprendido, así está Agustín Fernández Paz ante una amigable Guadalajara que lo recibe por primera vez en la Feria Internacional del Libro en su vigésimo quinta edición.El escritor español tendrá una estancia activa en la fiesta libresca, pues mañana, en punto de las 18:00 horas, recibirá el VII Premio Iberoamericano SM de literatura Infantil y Juvenil 2011, además de formar parte del foro El Placer de la Lectura y Ecos de la FIL, donde el reconocido autor compartirá sus experiencias no solo de su mundo literario, sino también hablará de su formación lectora y los momentos cúspides cuando se enfrasca en la creación de historias inmortales.Docente de profesión, pero escritor por vocación, Fernández Paz ha publicado más de 40 obras para el ámbito infantil y juvenil. Su pluma es multifacética y no tiene límites, para ejemplo basta ver las diversas traducciones al portugués, francés, italiano, coreano y árabe, entre otros idiomas.Fernández Paz jamás imaginó alcanzar dicho reconocimiento que hace un halago a su infinita trayectoria literaria.»Para mí, este reconocimiento es una de esas cosas que te pasan en la vida pero que no te esperas. Me parecía imposible alcanzar un premio que ha ganado algunas personas a las que admiro como Juan Farias (…) el hecho de que la Federación Española de Libros Infantil y Juvenil me haya presentado al premio, y después que el jurado haya juzgado que lo puedo merecer, es lo máximo», explica el autor de O único que queda é o amor, obra con las que ganaría el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en 2008.

Él, tan sencillo y admirado por muchos, de voz suave y clara, recuerda que la escritura era un solo hobbie en su vida, un pasatiempo que le otorgaba un plus a su labor docente, pero ahora reconoce que el escribir y contar historias es su mayor prioridad.

«¡Qué va! la escritura era para mí hobbie. Me gustaba mucho la enseñanza y hace 20 años era mi vida. Con el paso de los años me ha pasado lo mismo que le pasa a una bolita de nieve que baja por la montaña, llega un momento en el cual noto lo que me ocupa a mí vida, mi cabeza y mis ansias de hacer cosas es la escritura, progresivamente de la docencia me ido distanciando».

Libre, sin casillas
Si algo caracteriza Fernández Paz son los temas que aborda sin prejuicios para los niños, sin caer en lo cursi y convencional. De una manera directa y elaborada, capaz de entenderse por infante hasta un adulto.

«Yo tengo que diferenciar mis obras entre las infantiles y juveniles. Son libros en los que yo busco siempre que si lo lee un niño de ocho años le guste, pero si lo lee alguien más adulto también le guste».

Entre los títulos que destacan su trayectoria están Muros; Las hadas verdes; Mi nombres es Skywalter; Cartas de invierno y Corredores de sombras, libros que abordan temáticas que pudieran parecer lejanas al razonamiento de un niño como los muros fronterizos de los países como Israel, Estados Unidos, África, Europa, «me propuse hacer una historia que hablara de los muros físicos que existen y de los no físicos, pero tan reales, que hay en cualquier sociedad, así como las diferencias de clases sociales. Es un tema complejo, donde lo más fácil sería haberlo abordado para una novela juvenil, pero yo quise hacer una especie de fábula», explica Fernández Paz al considerar que al momento de escribir no se deslinda de la carga dura e ideológica que conlleva por sí solo el tema como los incendios forestales de Galicia, la discriminación que llega a exponer a una Europa egoísta e insensible y la exclusión social, «Quiero que mis libros fluyan como corre arroyo de la montaña, transparente y con facilidad».

Generaciones distantes, inquietudes similares
Agustín Fernández Paz reconoce que sí existe un cambio en la manera de leer de las nuevas generaciones infantiles y juveniles, pues la manera de percibir la lectura ofrecida puede verse mermada o modificada ante los avances de la tecnología; sin embargo destaca que los conflictos internos que habitan en cada joven siguen siendo los mismos que se mostraban cuando el escritor comenzaba su camino literario.

«Principalmente en los jóvenes aunque haya cambios externos sobre la tecnología, lo esencial como el preguntarse quién eres, qué haces aquí, descubrirte a ti mismo, la soledad y la importancia de la amistad y el amor, sigue igual, y cambia para mejor. Ahora se abordan los temas con una facilidad de la cual yo no tuve en mi generación, pero no me resulta complicado hablar de esos temas, yo escribo, pero trato de hacerlo lo mejor que sé».

Fernández Paz recuerda que gracias al boom de escritores que dejaron libres sus letras en la década de los sesenta, setenta y ochenta, al morir Franco en España, la literatura infantil y juvenil revolucionó, razón por la cual el decidió «escribir en esa modalidad».

«Mi generación está empapada de historia, que fue algo fundamental en mi niñez y adolescencia, y lo sigue siéndolo ahora. Yo me recuerdo leyendo todo lo que me caía en las manos».

Actualidad
En breve, España lazará una de las obras más recientes de Agustín Fernández Paz, Fantasmas de Luz, y para el mes de marzo publicará Las fronteras del miedo, obras que tratarán sobre la exclusión social de Europa y algunos relatos de miedo y de misterio, respectivamente.

En la FIL
En su reciente llegada a Guadalajara, Agustín Fernández Paz se dice admirado al conocer el Centro Histórico de la Perla Tapatía, así como de los murales de José Clemente Orozco del Instituto Cultural Cabañas.

Sobre la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, es escritor español reconoce que es una de las fiestas literarias que lo han dejado más impactado ante el entusiasmo exhibido por los lectores que recorren cada pasillo.

«A esta tipo de ferias la equiparo con la Bolonia en Italia, de Madrid y Barcelona, que en tamaño ninguna se asemeja a ésta. Lo que me ha entusiasmado es que me encontré con riadas de gente y familias, todos con bolsos señal de que no solo venían a mirar sino también a comprar (libros), me pareció asombroso, sólo vi algo parecido de este entusiasmo popular, quizá, en la feria de la Habana, Cuba».

Lector de por vida

«Si escribo es porque leo. Creo que la lectura y la escritura son como las caras de una moneda y tengo claro que sí algo soy es ser lector. Soy uno de esos lectores que se ha decidido pasar al otro lado y contar mis propias historias», responde Fernández Paz, al cuestionarse qué representa la lectura en su vida.

Agustín Fernández se declara admirador de iconos mexicanos de la literatura como Juan Rulfo y Juan José Arreola.

«¡Madre de Dios!, yo te sabría citar de memoria algunos trozos de Pedro Páramo, y los cuentos cortos de Juan José Arreola, que me parecen extraordinarios. También me entusiasma Carlos Fuentes, Elena Poniatowska. Soy de una generación que ha leído con auténtica pasión a los escritores mexicanos, colombianos, argentinos, a Cortázar, a Borges, García Márquez (…) no creo que haya otra generación que los haya leído así, porque para nosotros fue un descubrimiento total, era otra manera de escribir, totalmente diferente».

«Mis libros son todo, menos cursis». Agustín Fernández Paz, escritor español de literatura infantil y juvenil.

EL INFORMADOR / NORMA GUTIÉRREZ